domingo, 25 de octubre de 2009

Humores



Si cada día se inaugura el tiempo, si cada día comienza el resto de la vida, me pregunto por qué algunos días son sentidos como continuidades del ayer, y otros son celebrados como fiestas inaugurales del mañana. Me refiero... en el interior de uno, al margen de ritos comunales, oficiales. ¿Habrá algo en el cerebro que, operando desde el subconsciente, me explique durante la noche a qué tipo de día amaneceré? ¿Será responsable el otoño? ¿Por qué hoy me he levantado con ganas de hacer con mi vida un patchwork de colores?

domingo, 11 de octubre de 2009

Edad


Es curioso, lo que ocurre con la edad: a la vez que se gana sentido de la dignidad se pierde sentido del ridículo.
Debe ser porque los años lo han armado a uno. Se ve más claro lo que merece y no merece la pena ser defendido.